27 July, 2010

11 kms por mi y para mi

Algunas personas cuando llegan a cierta edad toman ese hecho como excusa para hacer cosas tales como trabajo voluntario, viajes por el mundo o correr maratones que en otro momento ni se les hubiera cruzado por la mente. Por suerte acabo de correr una carrera de 11 kilometros sin mas razon que porque tenia ganas de hacer algo por mi y para mi. Quizas la distancia no sea gran cosas para muchos o para otros sea demasiada, todo depende del estado fisico y entrenamiento de cada uno, sin embargo a mi me alcanzo para aprender varias cosas a medida que me preparaba y transitaba por este acontecimiento.
Me gusta ponerme objetivos claros y trabajar para lograrlos, eso me da direccion y me motiva y hay pocos libros que me hayan motivado mas que uno que recibi de mi hermano en el año 2001 cuando me subia a un avion para emigrar de la Argentina, ‘Quien se ha llevado mi queso?’. Los protagonistas eran dos ratoncitos que actuaban y pensaban muy diferente al enfrentarse a los mismos cambios en sus vidas y lo que me acompaña desde aquel momento es lo que uno de estos diminutos roedores, el mas optimista, iba escribiendo en las paredes del laberinto a medida que aprendia alguna leccion de su propia experiencia ajustandose a estos cambios.

El primer texto en la pared decia «los cambios suceden, siguen moviendo el queso» y el solo hecho que yo estuviera a las 8AM de una fria mañana alineado junto a 7800 personas y listo para largar una carrera era una demostracion concreta de que algun cambio habia habido evidentemente en mi queso para llegar a esa situacion, siendo esta la primera vez que lo hacia a pesar de no ser la primera vez que lo pensaba.
Treinta exactos minutos despues sono en el aire frio el disparo de largada apuntandole a las nubes como queriendo abrirle paso al sol que se escondia timidamente detras de ellas.
El murmullo y la emocion de los participantes hacia vibrar el pavimento humedo y a medida que se ponia en movimiento la marea de gente podia ver al ratoncito escribiendo su segunda frase «anticipa el cambio, estate listo para cuando el queso se mueva» y el queso se empezaba a mover a medida que pasabamos los primeros 2kms y nos despegabamos un poco, dejando ya de esquivar gente caminando adelante mio o autos estacionados.

La primera de varias colinas se veia en el horizonte y asi ajustaba yo mi ritmo y respiracion para lograr pasarla con exito, pensando que la proxima frase era «monitorea el cambio, huele el queso frecuentemente para saber cuando se esta poniendo viejo» y para ese entonces lo que tenia que cuidar era de no olvidarme de inhalar por la boca y la nariz al mismo tiempo para poder llenar de aire mis pulmones ante la inminente subida. Pensaba en la paradoja de cada colina: una vez en la cima, con tanto esfuerzo, lo que viene es cuesta abajo. En una carrera eso es algo bueno, te empuja a seguir con menor desgaste; te da mas velocidad por el envion de bajada pero, sobre todo, te da esa sensacion de alivio al dejarla atras con exito pensando que lo peor (al menos por ese tramo) ya paso y asi logramos enfocarnos en el «nuevo queso». Por otro lado, pensaba en la gente que alcanzo la cima y luego se fue como en el tango, cuesta abajo en la rodada sin poder alcanzar las ilusiones pasadas, lo cual viene justamente a contradecir las palabras que escribio aquel ratoncito con la idea de que «hay que adaptarse a los cambios rapidamente, cuanto antes se olvida el queso viejo, antes se encuentra el nuevo». Aferrarse a ilusiones pasadas es vivir de los recuerdos y uno debe vivir en el presente y pensando en el futuro.

Por ese entonces ya habia pasado la mitad del recorrido, manoteando al voleo y en velocidad un vaso carton de una mesa de los puestos de agua y un par de muy dulces y coloridas serpientes de glucosa de esas que te dan una inyeccion de azucar que hacen que los nenes se conviertan en terremotos por un rato. Seguramente una parte integral del exito de mi participacion (llegar a la meta era mi objetivo) haya sido la selecta lista de canciones que escoji una a una cual artesano la noche anterior cargando el MP3 de motivacion, de empuje, de emocion y de buena compañia que me aislara del barullo de la multitud y me ayudara a no aflojar. Desde alli se me fueron clavando en la cabeza cual flechas en el blanco temas de Fito Paez, La Renga, Los Redondos, Elvis Costello, JAF, Los Caballeros de la Quema y justo en ese momento exacto a los tres cuartos de carrera cuando la tentacion de caminar un poco se hace mayor y las colinas aun no dejan ver el mar y siguen viniendo una detras de la otra como puñalada de loco, una cancion me libro del mal (amen). Sonaba «No nacimos para ser seguidores» de Bon Jovi la cual tiene frases que dicen ‘cuando la vida es una pildora amarga tenes que aferrarte a lo que vos crees, tenes que creer que el sol brillara maniana…esta cancion ES para los que hacen las cosas de forma diferente y NO es para los que viven en la fantasia, NO se trata de entregarse o rendirse’ y que de alguna manera inexplicable me broto unas lagrimas mientras corria aun mas que antes y caminar ya no era una opcion en mi mente.

Asi me fui «moviendo con el queso» dejando atras las colinas y las dudas; visualizando esa linea de llegada que intuia cerca hasta que el preciado manjar se hizo finalmente visible y el corazon al galope apuraba mi tranco al son de ‘avanti morocha, no tires la toalla que hasta los mas mancos la siguen remando’ con una mueca de fastidio porque a Ivan Noble no se le ocurrio un ‘avanti pelado’ que me hubiera caido realmente al pelo (cuac), cruze la meta luego de 1 hora y 03 minutos y otra vez se pianto un lagrimon de emocion que volo cruzando el mar buscando donde aterrizar en los brazos de mi amor y ahi mismo me desplome en el pasto a disfrutar del sabor de mi nuevo queso y a empezar a pensar en la busqueda de otro nuevo queso.

2 comments:

Juan said...

bien pelado!!!
yo creo que lo mas duro de correr no esta en el esfuerzo físico, sino en entretenerse. por eso no me gusta correr en el bosque sino en la ciudad donde haya gente, cosas para ver, donde tu entorno cambie constantemente. la música es un gran aliado. felicidades.

Diego said...

Gracias Juan! Estamos de acuerdo, no hay nada mas aburrido que correr en el gimnasio o lugares monotonos, quizas por eso no pasaba de los 6kms cuando me entrenaba, los hacia en 30 minutos y me moria del embole. Un abrazo.